jueves, 6 de noviembre de 2014

Testamento de Caín el Hermoso

Ilustraciones de el libro: Testamento de Caín el hermoso.

Testamento de Caín el Hermoso

Sobre un lienzo transparente os dejo la memoria del agua
¿Sabes, amor?, tus pensamientos son transpiraciones del agua, arabescos de vapor… Y tu cuerpo: ¡ay, tu cuerpo! es agua pura del manantial de la vida, líquido animado que memoriza los besos y cristaliza el dolor. Sólo eres eso: gelatina de huesos temerosos que tiemblan de deseo, médula de ilusión, eres llaga un poquito templada y un rescoldo de ceniza. Eres una sombra expectante, una pupila curiosa: ¡agua sin bendecir!
Como teoría evaluable, la memoria del agua carece de axioma, aunque he de afirmar que presenta un rostro creíble y yo la elaboro con la convicción de que estoy caminando sobre un territorio inédito y de grandes recursos poéticos. San Juan de la Cruz basa parte de su poesía en el sueño de las aguas y dejó escrito:

¡Oh cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados
formares de repente
los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados!

Quizá todo, absolutamente todo, sea únicamente una mirada poética. Quizá todo el conflicto del mundo resida en mirar con “ojos deseados” y el resto sea la belleza que desprende la “cristalina fuente”.
Sean pues nuestros ojos los manantiales del verso, pongamos en la pupila la lente de la tragedia, la belleza de la muerte. Aplaudamos la fuerza estética del crimen hasta quedar agotados: ¡ahora es el momento. Tenemos que valorar el guión indiscutible del cuchillo de Caín: ¡somos sus herederos! Así pues, si somos sus hijos putativos pongamos gracia en las muecas del rostro, en el alabeo del cuerpo, en el impulso ascendente y descendente del gesto degollador. Si asumimos nuestra condición de verdugos, pongamos elegancia en el giro mortal, el que descarga la daga y tronza la carne, y sobre todo, pongamos una mirada agradecida a nuestro pasado homicida: ¡está muy presente! Tengamos hacia nuestro padre natural, el labrador de los baldíos, el demoledor de las tierras yermas, una actitud respetuosa: es un deber saber quienes hemos sido y sobretodo quienes somos...

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