domingo, 19 de abril de 2015

El valle de la muerte. San Pedro de Atacama Chile. 2015



El valle de la muerte
El nombre excede las expectativas y no hace honor ni reclama los pasajes del terror. Pienso que no tiene otro cometido que diferenciarse del otro valle, el de la luna y servir de reclamo para el turismo. Los dos lugares no están muy distantes y la morfología de ambos es muy similar aunque aquí hay que destacar más la acción del agua y la mayor presencia de las rocas de sal. En este caso destacaré las formaciones que generan estas rocas de estructura frágil pero de aspecto agresivo. Las galerías que se han formado con la acción del agua al abrirse paso entre las rocas de sal, han abierto grandes huecos y corredores con el paso de las torrenteras. El fuerte impacto que crea las emanaciones de cristales de sal sobre la tierra hacen del lugar más “lunar” y ajeno a nuestro suelo que el anterior. La visión del conjunto es especial, los montes lejanos singularizan el valle y el impacto de las erosiones queda reducido a la escala que yo trabajaba en los años setentas en los barrancos del Llobregat.

 Las gargantas de sal. San Padro de atacama 2015


Sal y arena.  San Padro de atacama 2015

Elogio a la luz. San Padro de atacama 2015

Autorretrato en el valle de la muerte, San Pedro de Atacama 2015

La roca es modelada por el agua, la hace salmuera que se cuela en el suelo por sumideros que ella misma produce y forma pasadizos subterráneos de recorridos imprevisibles. La erosión vertical hace formaciones compactas, cubos salientes y entrantes que dan a la superficie un aspecto amenazador. Sobre los espacios de sal se puede ver como el agua la ha disuelto y se crea la sensación de cortes a cuchillo en las rocas: heridas persistentes y repetidas que presentan una textura fractal muy precisa.

El paisaje es desolador aunque no mortal, es distante y escueto pero tiene una dosis considerable de poesía: cuando las formas son tan caprichosas y bellas siempre lo tienen. A la caída del sol, las crestas de tierra se iluminan y los fondos salinos relucen y aumentan el relieve: todo es armónico y suena a soledad y melancolía. El nombre del valle hace aquí su efecto: cae la tarde sin compasión alguna y así puedes sentir en la piel como las sombras te invitan a marchar.

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