miércoles, 6 de mayo de 2015

Los pelícanos de Arica




Los pelícanos de Arica
Vuelvo atrás en el recuerdo y me detengo en el puerto de Arica para evocar un suceso mágico, misterioso y bendecido. El encuentro con los pelícanos de Arica fue sorprendente y no es un tema que quiera magnificar. El asunto empezó cuando uno de ellos me bautizó con guano fresco, recién sacado de su vientre... Él fue el vate de los cielos que me arrancó una expresión furiosa y una sensación de náusea sin límites…

Arica es la ciudad de los sobresaltos, las mañanas apacibles y el júbilo en el puerto: todos, animales y hombres viven en armonía. En estas estaba cuando me cayó en la cabeza un regalo del cielo que me dejó paralizado. Una pasta blanda, gelatinosa, con grumos rojizos y negros me cambió el estado de ánimo de manera súbita. Rápidamente me lleve la mano a la cabeza y esta se llenó de aquel ungüento pegajoso: era mierda de pelícano recién excretada. Lancé una exclamación al cielo, sacudí la mano, miré en todas las direcciones y al momento uno de los pescadores vino con un cubo de agua fresca y me dijo: -Toma y lávate, ha sido una bendición.-
Cuando levante la cabeza del cubo de agua tuvo un sobresalto y me dijo:
-¡Coño, eres igual que mi abuelo…!-
Le dije: -¡esta muerto!-
-No, vive en Valparaíso.-
Entonces me aclaró lo de la bendición y me dio señales pormenorizadas de su abuelo. Estas coincidencias son las que me hacen hoy escribir sobre el tema y presentar a los protagonistas de aquel hecho repugnante como parte de mi historia personal en los últimos años…



El buen pelícano

Se sabe que los pelícanos han estado activos en la tierra desde hace más de 40 millones de años: los fósiles encontrados lo confirman. Sin duda es una muestra clara de como eran algunas aves en la era de los dinosaurios y de lo depurado de su diseño para permanecer estable tantos años...

El pelícano es un ave acuática que también vivió en Egipto en las apacibles aguas del río Nilo. La tradición más antigua de nuestras creencias sobre este animal extraño nos viene de ese río mítico donde nació casi todo lo que pensamos y parte de lo que sentimos. Ellos creían que la hembra mataba a las crías y después lloraba por sus hijos durante tres días. Tras el duelo se abría las carnes ella misma y con su sangre los bendecía para devolverlos a la vida. Este juego de vida y muerte era parte importante de sus creencias y así lo hacen constar en El libro de los muertos.

En los años 2009-2010 trabajé el mito de Fénix y estas cuestiones me interesaron para desarrollar el trabajo http://fenixlacomella.blogspot.com.es/ El propósito del mismo era renacer como él, caso que por supuesto no se dio, pero supuso en mi un cambio importante, como mínimo recuperé los ánimos para seguir adelante. No volví a la vida como el Fénix fallecido, pero me devolvió las ganas de seguir y dar sentido a lo que hacía: ¡luchar para seguir vivo...!


Los pelícanos tienen una morfología que los hace únicos: sus enormes picos hacen de bolsa, es la despensa para llevar y guardar alimentos: básicamente peces. Los más sorprendente es que en esa bolsa y parte de la garganta tienen una “depuradora”, ellos beben agua salada y la hacen dulce, la hacen potable para su consumo personal: ¡es un milagro! Posee otro rasgo que los hace singulares: a diferencia de otras aves acuáticas, tienen los cuatro dedos palmeados, rasgo que les proporciona un gran remo para defenderse en el agua.

El pelícano es el Boeing de los cielos marinos, pueden volar durante mucho tiempo, bajar al agua, beber y comer y seguir el vuelo, pero es muy torpe al moverse en tierra, aunque ciertamente hay especies que viven más en las orillas que en el agua...


En la cultura egipcia se creía que el pelícano estaba implicado en el tránsito con la muerte, él representaba el guía, el barquero Aqueronte", el que aseguraba el camino del mundo terrenal al ultraterreno. Estaba asociado a la diosa Henet y como he dicho tiene un papel significativo en la simbología de “El libro de los muertos” En las tumbas se representaba para proteger al difunto de las serpientes: siempre sigilosas e inoportunas. Sin duda es una metáfora visual con registros de parábola...

Pelícanos del puerto de Arica. Chile 2015

En la simbología cristiana medieval, los europeos pensaban que el pelícano era una representación de cristo, al igual que él ofrece su sangre para salvar a sus hijos. Cuando no hay comida, en el acto ritual el pelícano se hiere en el pecho y entrega su carne en oblación a su prole. Aquí también hay una alusión al sacrificio de Jesús en la eucaristía. Sabemos que por medio de la consagración el pan y el vino se convierten en su cuerpo y sangre: “tomad mi cuerpo, tomad mi sangre”. El mito ha servido de imagen ejemplar a los rosacruces, francmasones y otros grupos que han puesto el ejemplo del sacrificio personal en ayuda a los demás.

La realidad estética
La leyenda puede estar formulada por una observación deficiente. En realidad no hay autolesión: el pelícano se aporrea el cuerpo para sacar los restos de comida de su bolsa. Con el gran pico romo se golpea el pecho y parece que se está apuñalando, pero lo que hace es vaciar la despensa. El tema de la sangre es más plausible, hay una especie que en la época de reproducción tiene la bolsa roja como la sangre.

Es una leyenda que surge de las etiologías, la lectura que hacemos de la relación entre causas y  efectos.
Las construcciones mentales son maravillosas cuando tienen como referente la naturaleza, las palabras que las formulan son autenticas arquitecturas del pensamiento y las conclusiones las elevamos al estatuto de "realidad". En estos casos apunto que se trata de una realidad estética, la más "superficial" y a la vez profunda de las observaciones. Es la lectura que hace la intuición la que genera una respuesta moral ejemplar…

No hay comentarios:

Publicar un comentario