miércoles, 3 de diciembre de 2014

Lego lo días de decadencia. Testamento de Caín el Hermoso


Lego lo días de decadencia.
Testamento de Caín el Hermoso
Pienso mientras sobrevuelo el libro de los libros y entre los días cálidos de otoño deposito el regocijo de la fiesta. Observo los rosales florecidos en otoño y me dejo llevar por los días de hastío. Prometo no cumplir lo prometido y afirmo que bajo mi gobierno volverá el amor cálido a los hogares, se gozará el ardor del sol y se agradecerán sus alimentos como un regalo a la vida. Ante la tregua de los recolectores de nabos, de los niños alineados entre los semilleros de azafrán y los valles cubiertos de cerezos engalanados: ¡me sublevo! Me golpeo las sienes y me recargo de furor incontenible.

Recapacito al instante y exclamo... ¡Qué espanto aceptar esta cláusula del testamento!
Mis manos no son juguete de la bondad, son garras para rasgar el aire, no para tocar violines... Un mundo así sería la parálisis de los tiempos, el triunfo de las adormideras, el poder espiritual que se apoya en la nada.
Pensad en mi para despertar la noche de los deseos incumplidos, para dejarse ir en el desvarío y romper el cielo con un aullido... Aquí os dejo la promesa que jamás cumpliré. Cuando estéis sumidos en las siestas placenteras pensad en mi y haced correr los fluidos sin contemplaciones…
Temed al aburrimiento más que a la muerte, huid más de la rutina que de las llamas, corred con más pánico en los ojos que el que emite el “grito del mundo...”

De mis días de gloria nacerá un amargo estado en decadencia: es para vosotros. Nuevos profetas se presentaran con la luz que yo inspiro y no todos sabrán hacer malabares con las palabras, ni tendrán el don de la oportunidad, ni el contexto será germinal. Algunos sabrán protegerse en “burladeros colectivos”, otros prepararán las tierras para plantar cizaña. Los dolidos son siempre multitudes resignadas. Las euforias sociales conllevan los días de llanto, los que esperan la Epifanía de la luz encontraran el aroma de los albañales.
Para otros serán tiempos de fortuna, se harán propietarios del baldío, presidentes de los tanatorios, algunas llegaran a ser bellezas de vertederos clandestinos. Una sola palabra en estas almas diminutas y temblarán emocionados con el corazón florecido.
Una vez comenzada la travesía no habrá marcha atrás, muchos serán los arrojados del paraíso, con su cuerpo llenarán las fosas, harán correrías nocturnas en la huida o colas interminables en los comedores de caridad. Cuando pase el tiempo se sonrojarán de su destino, se lamentarán y continuarán la interminable letanía de los resentidos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario