Cisterna: escultura para recoger 500.000 litros de agua de lluvia. Hormigón, hierro, pintura, 17x7x460m. 2007
Recoger la lluvia.
Cuando la sed aprieta los ojos se encienden de
desesperación, lo aprendí cuando niño en las estribaciones de las Bardenas
reales, (Navarra). Allí, cuando del mismo charco compartíamos el agua con los buitres. En
ocasiones, estos regurgitaban en la charca y una gruesa capa de espuma
carroñosa la cubría totalmente. ¡De allí teníamos que beber!
La recogida del agua y su posterior almacenamiento ha sido
uno de los trabajos más costosos en la reconstrucción de la Comella; ¡ahora queda
resuelto! El agua se acumula en tres aljibes que están comunicados entre si, después
se distribuye por conducciones que abastecen el riego del jardín, las bocas
para sofocar incendios y el huerto. El más grande de los depósitos contiene
500.000 litros de agua de lluvia. Entre mis intenciones estaba el hacer esta
obra y la diseñé como una escultura para la vida, la ritualicé como una experiencia estética y la oculté como una obra más... En ella apliqué todo aquello que
sabía hacer, me entregué al proyecto de manera total y en el momento de terminar la pintura, de simular en el muro el cantar del agua, realmente sentí la emoción que se experimenta al caer de la lluvia, esta sí, ponía el tilde a la "Sequía". La obra supuso un reto
personal ya que muy pocos creyeron en él... Ahora estoy satisfecho del esfuerzo
realizado, siempre que llueva el agua estará garantizada y el verdor de los
árboles lo expresarán cada día.
Si el cielo se seca y se niega a lavarnos las manos, también
puse remedio. Hice hacer dos pozos de 180 metros de profundidad, no salió el
caudal que diagnosticaron los zahories, sólo se encontró el agua del salvador,
justo para apagar la sed y lavarse la cara. A uno de estos fracasos le llamo
“El pozo del dolor”: el otro no tiene nombre y espera la solución del tiempo.
Encontré un tercero en el bosque, estaba tapado con una losa y tienes unos 20
metros de profundidad; ¡estaba seco! Lo convertí en una obra que todavía esta en
proceso y lo nombré “El pozo de las vanidades”.
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