Potosí
Por sus montes y valles y por la fama que le precede, Potosí recibe al visitante de manera abrupta y al instante queda seducido por su pasado. También sobrecoge por la altura (3900 m.), por las fuertes pendientes, por el trasiego de coches y por que siempre esta detrás “el cerro”. Es la ciudad de más de 150.000 habitantes más alta de la tierra y eso ya es de por si la base de un recuerdo imborrable. Sorprenden los cambios bruscos del clima, las construcciones coloniales y destaca con fuerza la impresionante presencia de la mina de plata. Ella preside todas las acciones humanas en aquel lugar y fue durante siglos la montaña misteriosa, el encuentro mineral más codiciado de la tierra.
Torre de la compañía.
En 1609 Garcilaso de la Vega cuenta que antes de llegar los españoles, en 1460 aproximadamente, el emperador inca Huayna Ccapac, en quechua “joven poderoso y bello” hizo una visita y se instaló en la laguna cercana, Tarapaya, que se interpreta del aimara como "abuela desnuda". Entre este lugar y Cantumarca vieron claramente Ccolque Porco, el que años más tarde se llamaría “Cerro rico de Potisí.”
Los incas tenían una lengua “secreta”, el puquina: anterior al aimara y al quechua. Seguramente Huaina Ccapac habló en esta lengua o bien lo hizo en quechua… Les dijo a sus gentes, exploradores, militares y a su séquito…
-El Sumac Orcko, en quechua (el cerro), es misterioso y bello, en su vientre tiene que haber mucho oro y plata: id con picos de pedernal y mangos de madera y averiguad si hay plata.-
Siguieron sus instrucciones, cogieron sus instrumentos de pedernal y madera y subieron al Cerro. Encontraron sus vetas ricas en mineral y al intentar abrir las entrañas de la tierra se sintió un gran estruendo, tanto que quedaron paralizados. Después del trueno una voz mineral les dijo:
- No saquéis la plata de este Cerro, porque es para otros dueños más poderosos.-
Aturdidos al oír estas palabras renunciaron al intento y regresaron a Porco donde esperaba Huayna Capac. Al llegar le relataron todo lo sucedido en lengua puquina, el idioma oculto, y sobre el estruendo dijeron la palabra «Potocsi»
Marcharon sin tocar la plata y 60 años más tarde aquel cerro sería propiedad de la corona de Carlos V y Potosí sería la ciudad donde se acuñaba gran parte de la moneda del imperio Español…
El cerro, la arquitectura colonial, la amabilidad de las gentes, los hermosos cielos y los cortes en la barrancas es todo lo que se puede ver, que es mucho. La ciudad tiene un pasado colonial de gran interés y las minas siguen teniendo un lugar destacado después de 500 años de explotación. Lo que quedó de los años de esplendor es su memoria más apasionante y aunque el abandono se acusa, aquellos edificios siguen teniendo un protagonismo que no se ha sabido superar. Todo este patrimonio la ha hecho merecedora de ser patrimonio de la humanidad en 1987.
A destacar la casa de la moneda, donde se acuñaba la mayor parte de las que se hacían servir en el imperio. Se construyó en 1572, más tarde se amplió hasta tener 7.570 M2,
Por curiosidad y sorprendido por el potencial creativo de la época citaré algunos edificios que resultan singulares y que se hicieron en menos de un siglo: hoy constituyen el patrimonio de Potosí. La catedral, 1564 , Mirador San Antonio de Padua, 1547, La torre de la compañía... S . Francisco: 1547 S. Domingo: 1553, La Merced: 1555, La Compañía de Jesús: 1581, S. Agustín: 1583, Sta. Mónica: 1648, Sta. Teresa: por real cédula fechada en Madrid el 26 de julio de 1684, S. Benito: 1585, Virgen de Copacabana: en 1585, S. Pedro: S. Juan de dios: 1610, S. Sebastián: 1581, La Concepción: 1585, S. Cristóbal: 1585, S. Juan bautista...
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