sábado, 9 de mayo de 2015

Corrales en Mallcu, lugar de llamas y quinua


Farallón con gruta y corral de llamas. Mallcu Bolivia. 2015

Corrales de piedras en Mallcu

Después de salir del Parque Nacional Eduardo de Avaroa las pistas se hicieron más difíciles, los agujeros en el camino obligaban a esquivarlos, las piedras a soportarlas y los pequeños ríos a vadearlos. Pasamos por un lugar sorprendente, las aguas de la montaña llevaban el bórax a un valle plano que terminaba en una forma de ensenada. Allí el agua se evaporaba y una nata blanca quedaba dispuesta para ser recogida como mineral casi puro. Los paisajes que circundaba aquella mina seguían teniendo el poder que imprime el altiplano y nosotros: ¡teníamos gana de comer…!
Minas de borax. Alto Perú. bolivia. 2015

El cansancio se iba apoderando de todos, los sentidos no respondían con plenitud y ya no éramos capaces de asimilar tantas situaciones extraordinarias, asombrados y expectantes como lo habíamos hecho hasta entonces. La altitud hace que el pensamiento quede comprimido y se entretenga con las cuestiones del cuerpo y con el mantenimiento del equilibrio. Las fuerzas fallan y nuestra propia naturaleza se expresa con déficit de poder: se nota en todo, tanto que cualquier cosa encuentras su voz mitigada. El cambio la percepción se ha atenuado, se contrae para atender problemas internos y el interés detiene su brillo. Nos encontrábamos a 4800 metros de altitud, todavía no estábamos habituados, las respuestas eran lentas en todos los sentidos y el sol de mediodía nos hacía languidecer.

¡Para ver hay que tomar distancia!


Las llamas y el paisaje andino. Mallcu. Bolivia.


"Pinturas rupestres" en Mallcu. Bolivia


Cortes limpios en la roca. Mallcu. 

Personalmente iba como un zombi pero sabía que si dejaba ir los instintos llegaría a documentar bien aquellos parajes, sólo era cuestión de hacer fotos con la cámara a la espera de que alguna cosa saldrá bien de todo aquello. Como el tiempo corre veloz y el regreso era obligado, nos cambiaron la ruta y no pudimos ver la laguna azul. Nos llevaron medio engañados por aquella ruta para ver una pinturas rupestres. Eso dijo el guía, pero yo entendí que era una excusa para coger una ruta de regreso rápida y llegar a Uyuni a la hora establecida.
Fuimos paralelos a un pequeño río hasta llegar a Mallcu, un pueblito pequeño que vive de la ganadería y de la quinua, una planta muy valorada que solucionará el tema del hambre en el altiplano. Allí tomamos un desvío hasta llegar a una zonas rocosas donde hipotéticamente se encontraban las pinturas: fue un fiasco. No soy un especialista y me gustaría saber si realmente aquellas pinturas son prehistóricas o bien es la broma de los gamberros del pueblo. Yo apunto a que quieren atraer el turismo con añagazas de este calibre, por ello pido el consejo de alguien que las haya estudiado y publicado...

Lo importante de aquella visita fueron los corrales de piedra y los cortes limpios en la roca. Los corrales son construcciones de piedra seca, torpes en la factura pero originales y algunos hechos con gran sensibilidad. Destaco uno que aprovechaba el abrigo de un farallón rocoso, era un baluarte impresionante que se dejaba caer sobre aquel abrigo sencillo. Las llamas pastaban en el pequeño valle y aquellos batientes de piedra presidían el lugar de manera majestuosa.

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