sábado, 23 de mayo de 2015

Parque Nacional Amboro, Bolivia

 Helechos gigantes Parque Amboro 2015

Parque Nacional Amboro
En el parque Nacional Amboro se pueden observar todas las etapas de la vida y especialmente aquellas que nos presentan el origen y el rostro radiante del paraíso. Es el lugar donde el aire se hace materia táctil y en ocasiones se respira con dificultad el aliento de los árboles. Los vapores de la selva se hacen notar: su soplo es reparador cuando pasa a los pulmones y restaura el cuerpo. El suelo es húmedo y frondoso y el caminar se hace difícil y temeroso. El terreno es escarpado y en ocasiones se avanza con dificultad en aquellas inmensas quebradas pobladas de verde. Todo anima hacia un estado excitado: la humedad mantiene el aire perfumado y maternal, los ojos quedan expectantes y estimulados, la boca se hace recipiente de sabores y la piel queda bañada con taninos. Con la luz exuberante de las zonas acuosas, las plantas exhiben un esplendor que sobrecoge y la envergadura de los árboles presenta un catálogo de especies soberbias.

Helechos gigantes Parque Amboro 2015 

De todo el parque sólo pude ver la mueca de su rostro, quizá una mohín ligero, un resplandor furtivo. De este encuentro efímero quiero destacar los helechos gigantes, árboles singulares que se han conservado iguales a la época Mesozoica. Los podemos ver en estado fósil creados en la era de jurásico y el cretáceo. Plantas extrañas que han atravesado el tiempo, han superado ciclos importantes de la tierra y se han mantenido estables durante 200 millones de años...

  Helechos gigantes Parque Amboro 2015



D. Gilberto y Leny, los dos de Samaipata. Parque Amboro 2015

Estuve en el parque con D. Gilberto, un guía de Samaipata que conocía el lugar muy bien: sabía los caminos, los atajos para evadir las quebradas, los rincones donde estaba el agua potable, los retiros de interés para la contemplación, el nombre de los árboles y las propiedades de las plantas. Contaba con un buen catalogo de fórmulas magistrales, remedios curativos realizados con hierbas, exorcismos para ahuyentar los males y ungüentos para excitar los enlaces de amor. No fue menos prolífico con otras curaciones, intervenciones rápidas para superar mordeduras de serpientes, tarántulas, alacranes y otras bestias de la zona. Me explicó las propiedades mágicas de algunos animales que curaban la inapetencia sexual, la falta de erección o la infertilidad: D. Gilberto es una enciclopedia con todo el saber popular en activo. Me explicó una historia de un curandero del pueblo que tuvo un cliente con falta de erección: no podía “cubrir” a su mujer. Él le dijo que para su mal era necesario que se comiera el falo de un tejón recién cazado. El pene del tejón es como un hueso retráctil y las propiedades del animal ya era conocidos en tiempos de roma por Marcus Terentius Varro: Marcus hizo una recopilación de fórmulas curativas con animales.

El curandero le dijo al paciente un tanto preocupado:

-Mire, encontrar un tejón suele ser difícil, máxime de esta especie: el Meles meles marianensis está casi extinguido. Yo le puedo ayudar, se donde encontrar uno pero he de gastar muchos recursos para cazarlo.-

Le cobró 3000 bolivianos por el remedio y le dijo que volviera al otro día. El curandero no encontró el tejón y decidió darle el cartílago de un pollo. El paciente se lo comió convencido de que era el pene de un tejón. El caso más curioso es que el remedio funcionó y pudo disfrutar de su mujer hasta el día de su muerte.

 Helechos gigantes. Parque Amboro, Leny y Gilberto 2015

Sobre los helechos me dio un buen repertorio: la cocción de los tallos y el zumo de las hojas se usa para tratar las enfermedades propias de la mujer, sequedad vaginal, llagas en los pezones en la épocas de lactancia, dolores menstruales, mareos del embarazo y también para aumentar su fertilidad. La secreción de los tallos se usa para curar el paludismo y bajar la fiebre. También para remediar los problemas del hígado, depurar la sangre y aliviar el bazo. Es un buen tratamiento para las enfermedades venéreas, piorreas, sífilis, hongos… Se suele usar para rebajar la inflamación de la próstata, remedia los trastornos estomacales y regula el sistema cardiovascular. Las infusiones hechas con la corteza de helecho sirven para los bronquios y infecciones pulmonares. Cuando sentías aquella retahíla de remedios no podías evitar ver una farmacia completa dentro de aquellas arboledas.

Sin bromas que el asunto tiene enjundia: caminar entre aquellos árboles primigenios ya era curativo, te unía en el tiempo a los primeros mamíferos y naturalmente ellos estaban más flamantes que nosotros comiendo helechos tiernos.


Helechos gigantes. Parque Amboro. Leny y Gilberto. 2015


El Parque Nacional Amboro no decepciona a nadie: con una área protegida de 442.500 ha. Hace que se convierta en una de las extensiones más ricas en biodiversidad. La convivencia del mayor número de especies en libertad ya es un valor impagable. En su suelo se dan zonas selváticas como en la Amazonía, volcanes, extensiones que tocan con las estribaciones del altiplano, ríos caudalosos, humedales paradisíacos y una variedad de especies que se dan en pocos lugares de la tierra.

Los caminos ayudan a transitar aquellas zonas boscosas y a disfrutar de la claridad de la luz y de los apremiantes cambios del clima. Se podía pasar del sudor agobiante de sus saunas (Evaporación del agua por los rayos del sol), a tener que abrigarte por el frío que conlleva un aguacero repentino. En pocos minutos los ríos secos se convertían en torrenteras y los desprendimientos de fragmentos de la montaña eran una de las maneras de demostrarnos que todo, absolutamente todo estaba en movimiento...
La naturaleza nos sorprende de muchas maneras y el viaje que he realizado he tenido motivos para quedar asombrado por motivos contrapuestos. Si la luz del altiplano era matizada por las nubes, aquí lo era por los trasparencias de las pantallas verdes. En el interior del bosque las reverberaciones eran una sinfonía tropical de tonos nutricios, una entrega de luz matizada por las hojas las cuales presentaban una paleta infinita de matices cálidos y fríos.
El motivo y expectativas de la visita se cumplió con creces. Ahora puedo decir que conozco el hogar de "mis abuelos" en toda su amplitud. Estuve en aquellas cimas como el homínido arborícola duerme en su casa. Los valles, laderas, cerros y frondosidades arbóreas eran iguales que las que estuvo Adán en el origen de los tiempos.

También note sus efectos y temores. En un destello de luz oscura, en el tramo incalculable de un instante, sentí la contingencia terrible de las tinieblas. Fue un aviso inconsciente, un saber oculto en el ángulo oscuro de la pupila, quizá en un rincón del hipotálamo. Súbito, aquella vibración me alertó de un peligro inminente y en un impulso reflejo salte a una peña. Miré tras los pasos dejados y pude ver como una serpiente de buenas proporciones se escondía en la maleza. Huía… Seguramente ella también se asustó…

D. Gilberto me dijo en tono tranquilizador.

- No hay problema, llevo antídotos en la mochila…-

3 comentarios:

  1. Hola! muy buena historia! Voy a visitar el parque en dos meses y estaria muy agradecido si me puedieras decir donde encontrar al señor D.Gilberto, ya que necesito un buen guia!

    Muchas gracias de antemano

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  2. extraordinarias imágenes envíame una en alta definición la segunda del reportaje si puedes.
    Trabajo en proyecto Surutu que esta en el mismo parque.
    Gracias por saber mirar lo que otros no ven.
    He realizado 4 documentales sobre Bolivia y preparo algos sobre los bofedales y contar con una visión tan particular tal vez enriquezca el proyecto. Saludos

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  3. extraordinarias imágenes envíame una en alta definición la segunda del reportaje si puedes.
    Trabajo en proyecto Surutu que esta en el mismo parque.
    Gracias por saber mirar lo que otros no ven.
    He realizado 4 documentales sobre Bolivia y preparo algos sobre los bofedales y contar con una visión tan particular tal vez enriquezca el proyecto. Saludos

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