Tiendas de artesanía en el barrio viejo de La paz. Bolivia 2015
Mientras paseaba por el barrio de artesanos de La Paz y veía las calles vacías, las tiendas abarrotadas de género, los dependientes aburridos, desanimados, con productos encarecidos y apilados hasta el techo, me preguntaba: quién maneja esta “industria artesana”, quién mueve los intereses del Inca.
Sin duda las gentes que hacen los productos y se ganan el sueldo son felices cuando cobran, pero si no se vende, quién paga. Los vendedores que aguantan estoicos con las puertas abiertas, quién les ayuda en esa gesta de identidad. Pocas veces me ha pasado por la cabeza pensar cuanto de intencionalidad política tienen los objetos que se compran por ilusión, los que se convierten al instante en trofeos de viaje, en ornamentos de recuerdo. Pienso que quizá es la manera de construir fuera del país la imagen que oculta y niega dentro. Suele pasar que los complejos en el presente hacen negar lo que se es y se ha sido en el pasado. Qué gana un país vendiendo un pasado que no está vivo o ha sido recreado, inventado por la nueva industria. Qué interés puede tener vender una imagen que no responde a lo que se es en realidad, si no más bien es el reflejo de lo que se desea ser. Qué mueve el promover determinadas ofertas y actitudes: folclores, vestidos, joyas y objetos que no sirven para el uso y sólo sirven para que el visitante pueda recordar la cita en aquel lugar y no vea en realidad como son sus gentes.
Tiendas de artesanía en el barrio viejo de La paz. Bolivia 2015
Tiendas de artesanía en el barrio viejo de La paz. Bolivia 2015
Tiendas de artesanía en el barrio viejo de La paz. Bolivia 2015
Tiendas de artesanía en el barrio viejo de La paz. Bolivia 2015
Alguien está detrás de esta “promoción cultural” para decidir que es propio y que es foráneo. ¿Cuántos años hace falta para que lo foráneo cuando esta instaurado en los hábitos y costumbres del pueblo se acepte como propio?
Aquellos objetos no se han fabricado para las gentes del país y por lo mismo en su gran mayoría no los llevan. Están bien diseñados, adaptados a las características del clima, con los mejores materiales, son cómodos y responden a las necesidades estéticas: pero no son para aquellas gentes. Alguien quiere que sean sus señales de identidad pero no están adaptados a su economía. Quizá están pensados como proyección y son iconos que ayudan a tener una imagen en el mundo. Quizá responden a la necesidad de vender un "pasado glorioso" y presentarlo como algo vistoso, único y vigoroso que está a punto de resurgir.
Tiendas de artesanía en el barrio viejo de La paz. Bolivia 2015
Tiendas de artesanía y posibles compradores en el barrio viejo de La paz. Bolivia 2015
El mercado de las tradiciones es el escaparate del inconsciente, el reflejo de lo que queremos haber sido, pero muchas veces no responde a la realidad y se basa en tipismos inventados o recreados en el presente.
¿Cuánto de proyección de los deseos y de verdad hay el la compra de recuerdos?
Los objetos que se hacen pensando en los turistas ya son pura invención y pienso que la idea del recuerdo de viaje ya esta contaminado en el diseño y en la fabricación. Afortunadamente ahora hemos cambiado los impulsos del consumo y no podemos cargar con tantas ilusiones: yo me traje unas piedrecitas "sin plata" del Cerro rico de potosí.
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