viernes, 27 de abril de 2012

Relicario ADN.2012

La doncella de la ramita de espliego. 2012

Relicario ADN.2012
Preámbulo
En un recipiente cilíndrico he guardado la memoria biológica de los mejores ejemplares de la generación índigo. Lo he hecho con especial atención; ¡se lo merecen por santos! He puesto más cuidado que el que usualmente pongo en estas cosas, se trata de reliquias de un tiempo libertino y de unos seres que respiran limpios pero caminan como templos mancillados. Para tal asunto he realizado un estuche hermético de cobre y estaño, es como un relicario que ha de guardar la valiosa información de una serie de jóvenes que están destinados a levantar el espejo virtual del futuro. ¡O lo levantan o todo se va al carajo!
En la recogida de muestras todo ha trascurrido con normalidad, ellos tienen sentido del humor, son generosos, guapos, sanos, y están abiertos a participar en todos los “disparates” que les propongo. Confieso que he tenido mucha suerte con mis alumnos; ¡mañana serán la luz de mis ojos! Bueno, no todo tan normal, alguna risita ladina, algún comentario jocoso, pero nada destacable excepto alguien que dijo de forma explícita:
-¡Quina marranada!-
Los tengo incrédulos pero confiados: tras explicarles la idea han colaborado en la petición que les he hecho. Casi todos han intervenido en una fiesta de la incredulidad y la esperanza, pero lo han hecho más por mi petición que por su convicción cosa que les agradeceré siempre. Quizá el gesto que han realizado sea el inicio de un precepto mesiánico y estas palabras puedan formar la base del fermento de un nuevo paradigma. Ellos serán los “mensajeros” de un orden que empieza a dibujarse aquí.
¡Mirad con atención y después me comentáis! Tomad buena nota sobre que cosas pongo en consideración de reliquias y, aún más, como las presento. Por el momento son invisible a los ojos pero, eso sí, las dejo palpitando como calimbas en el alma de un tubo de cobre. Lo hago con mayor convicción que el que expone su retrato en el paraninfo de una idea hermosa. Lo relato con mayor confianza que aquel que exhibe su obra con gran aparato de medios y alabanzas... Todo esto lo comento para dejar testimonio del asunto y contar con vuestra futura aprobación y complicidad.

¡La obra merece ser recordada…!


El relicario
Relicario ADN.2012 es la urna donde dejo oculta la información genética de una generación que, según las profecías, está destinada a salvar el mundo. Los índigo, o los niños cristal, también llamados los NINIS, los del 15 M, (los de la ceja) y también… la “generación perdida” Lo que es por nombres no hay que preocuparse, tienen un montón. Se digan como se quiera decir, hoy por hoy son los que son y por tanto la única esperanza. Puedo constatar por el color de mi pelo que son el futuro sin remisión alguna. Personalmente en ellos encomiendo mi seguridad y de su eficacia y generosidad nacerán los placenteros días de la vejez.
En el Relicario ADN.2012,  los índigo han dejado caer saliva, uñas, pelos, trozos de piel, lágrimas, pestañas, un diente y hasta el himen disecado de una virgen. ¡No se alteren por favor…! Eso me dijo en privado con el rostro de macarena y casi llorando. Lo perdió en el hechizo de una noche de amor sin límites y tuvo la serenidad y el cuidado de guardarlo. ¡Personas así necesitamos como archiveros!


La confesión
En la confesión me enteré de pormenores sin límites; ella me los narró con infinidad de detalles, matices sorprendentes que por rubor y falta de espacio no puedo relatar aquí. Entre otras cosas me llegó a decir que aquello era el testimonio del amor de su vida y que él le había hecho promesas de fidelidad eterna. Así descargó su corazón sobre mis maltrechos nervios, ya casi exhaustos por los acontecimientos que se precipitan sobre mi persona cada día . Sólo me faltan estas cosas para terminar senil y babeante como la mayoría de tutores que conozco. No obstante la dureza de la prueba y lo intrigado de la confesión, no fue un sacrificio doloroso por mi parte: escuche con atención y aprendí la ración del día con los bordes desmedidos. Por el momento las neuronas me funcionan bien y, que yo sepa, saben escuchar con atención.
En toda la cháchara, que fue larga, no dije ni mu… solo hice esta pregunta;
¿Cuánto duró la relación?
A lo que ella contestó con toda normalidad y con los ojos más sosegados. Creo que moduló con intención un rictus orgulloso, fue tan ligero que no podría describirlo aquí sin hacer un esfuerzo narrativo…


-¡Cuatro horas, veinte minutos y unos segundos!-

Me objetó en seco, con una mirada franca.
Así son las cosas ahora. Por el relato atendido, este es el tiempo que dura una promesa de amor “eterna”.
Sea pues así en la narración; ¡breve! Para mi tranquilidad de conciencia, sólo ella y yo somos conocedores de como aquel pellejo sanguinolento ha llegado a convertirse en reliquia; por mi parte, su nombre se mantendrá en el más absoluto anonimato. La persona en cuestión puede estar segura, su confianza vendrá conmigo a la tumba igual que vendrán mis ojos.
Todos sabéis que me atraen las claves del misterio; ¡soy escultor de lo oculto y custodio del secreto! Dicho esto paso a los pormenores…
Lo traía envuelto en un pañuelo de seda con sus iniciales bordadas y los ribetes festoneados. Como flores marchitas estaba estampado con leves manchitas de sangre, eso cautivó mi curiosidad hasta extremos indecibles. Había que acercarlo a los ojos para verlo y examinarlo con atención. En el hoyito del centro de la mano se mostraba marchito, ¡era diminuto! Para que tengáis una idea y la imagen se pueda formar clara en la mente, añadiré algún detalle sin excederme. Era marroncito, con tonos mortecinos, más pequeño que una chufa y retorcidito como una larva. Ella me comentó que para poderlo recoger tubo que hacer uso de una pinza para las cejas. Para mi entendimiento fue una información innecesaria, como también lo fue la imagen que describió a continuación, pero ella insistió y solicitó continuar; ¡lo quiso explicar con todos los pormenores. Relató y medio representó la postura en el lecho, la inclinación de la cabeza retorcida entre las corvas, los ricos y variados olores, los colores flameantes del vestido y el encuadre escrupuloso de la entrepierna, la manera de meter las pinzas y estirar del pellejito, etc.


La obra
No deseo entrar en descripciones más afinadas; ¡son de infarto! No obstante me veo obligado a dejarlo aquí anotado por si alguien tiene la necesidad de repetir el proceso y también, por dejar un documento con rigor científico, una descripción sucinta de cómo se han obtenido las muestras.
La obra: Relicario ADN.2012 no tiene la connotación de las reliquias de antaño; ¡salta a la vista! Antes el relicario exponía lujurioso la falange, la tibia o el cráneo de un santo, un trocito de la vera cruz o los ojos de Santa Lucía. Era un objeto de adoración y naturalmente el reclamo para los peregrinos y penitentes. Ahora todo queda oculto por motivos estratégicos, en la obra no hay nada que ver y además, hoy nadie presta atención a las “cuestiones estéticas”. En este caso se trata de una obra invisible, de momento oculta, pero en el futuro, no muy lejano, se exhibirá en los suntuosos salones de un museo. La obra tiene la pinta de ganarse este lugar con holgura si los criterios museísticos “son los que han de ser”. Decía que ahora el relicario es la reserva de material biológico y punto; ¡queda pues aclarada la diferencia! Algo pragmático y funcional, en realidad es un banco de garantía para perpetuar la especie. Dicen que nuestra información genética es una réplica exacta de lo que somos, si no es así, ya podemos revisarlo todo; Parque jurásico será una entelequia, un embeleco para engañarnos como lo han hecho siempre; ¡en fin, una gran mentira...!
Sin hacer espavientos innecesarios, también quiero hacer constar la variedad de fragmentos diminutos del cuerpo que llevan nuestra información completa; ¡es inacabable! Lo más conmovedor del trabajo es el valor simbólico de la información que contiene; ¡cómo me gustaría poder disponer de una válvula mitral de un corazón enamorado!
El ADN es el encuentro de la materia inerte con la vida, de hecho es la gran revelación de nuestro tiempo, el retrato hiperreal de lo que somos y de lo que hemos sido, todo ahí plegadito, encadenado y memorizando los pormenores más íntimos.
Pero aquí no voy a tratar el tema de cómo funcionan las reservas del saber, los misterios de la inteligencia biológica, sólo quiero dejar constancia de cómo funciona la mente humana, ese es el nudo del relato y el cuchillo de mis intenciones.

Depositando muestras, Relicario ADN.2012. Foto José Martinez. 2012

La cultura
Deduzco de estos pequeños detalles y contratiempos, los que presenta Relicario ADN.2012, que la cultura está construida con retales y disparates sin límites, pedacitos cosidos con los hilos del delirio. Me miro a mi mismo, me escucho y no me canso de asombrarme… Hablo del himen disecado de la primeriza. Tiene tela pasar por estos lugares y no caer de hinojos, llorar de asombro o ponerse las manos en la cabeza y exclamar; ¡santo dios! Por ejemplo podría hablar del espumarajo que dejó caer Jéssica; ¡es una acción que también se las trae! La saliva es un flujo corporal que tiene infinidad de usos, presentar el tema en toda su amplitud merece una tesis doctoral; ¡tiene suficiente entidad como para ser tratada por un doctorando! Pero nada, ahora los futuros doctores están entretenidos en bagatelas y en impenetrables tratados que morirán en anaqueles interminables, bodegas de palabras mudas que no serán leídas nunca… bueno, ¡quizá el director de tesis!
No obstante su valor epistemológico y la carencia de saber que nos es negada, siento profundamente no poder tratar aquí el tema; quizá algún día hablaré del valor de la saliva... Como no puede ser y no viene a cuento intentarlo, vamos por el primero; el himen marchito.


La membrana
Por su tamaño e importancia en la vida, aquella “bolita” enjuta carecía de interés estético pero dejaba al descubierto el altísimo valor moral, simbólico y ético que encierra. Hace falta destacar el sentir exagerado que algunos le dan a ese tilde reseco. En el gran teatro del mundo hay culturas que matan a las mujeres por ello, familias que se rompen, parejas que se deshacen, amores que se frustran, herencias que se queman e imperios que entran en guerras de cien años y llegan a exterminarse.
¡Otra tesis pendiente! Se tendría que hacer un estudio antropológico centrado en esa cagarruta ahora abandonada en un estuche de cobre. En esta historia ha sido el despojo de la fidelidad de cuatro horas, veinte minutos y unos segundos. Antes era el telón del mundo, el velo sagrado que matiza la entrada de la ventana del asombro, y sobre todo, el gran misterio de la concepción de la virgen…
No quiero dar más pistas, sería alargar el relato innecesariamente. La diminuta cecina era parte de una mujer con temple, agraciada, enjuta de palabras y limpia de ideas. Está bien formada y tiene el rostro delicado y hermoso, los pechos inhiestos y bien trabados, la espalda erguida, la mirada franca y las formas sensuales atadas a la cintura. Con la información biológica de este nivel podemos caminar seguros y esperanzados, son la reserva genética ideal. Es de tal calibre la herencia que pienso que debemos tener plena confianza en el devenir. Vete a saber si en el futuro no muy lejano tendremos que recurrir a ella; ¡para entonces será la salvación de la humanidad…!
En el Relicario ADN.2012, protejo la memoria biológica de la humanidad de los ojos indiscretos; espero que seáis “prudentes”. Vuestra avaricia y curiosidad puede hundirnos a todos en la miseria y, ¡vete a saber…! por inconscientes podéis dejarnos abocados al límite del exterminio.

Los índigo son hoy la esperanza; ¡quizá no todo está perdido!

Gregorio Bermejo 18-4-2012

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