domingo, 9 de junio de 2013

Pensar


Pensador de la Comella. Su cerebro es chiquito pero su belleza es asombrosa... 2013

Pensar
La pantalla donde nacen y mueren las imágenes de nuestro mundo es de naturaleza mental y las proyecciones puede tener su origen en tiempos remotos; mirad con atención este ejemplar de dinosaurio. Pienso que el pensamiento pre-consciente contiene memoria generada por los primeros paramecios y cada especie ha almacenado su versión y ha cultivado su propia experiencia...

Ya lo he dicho en otras ocasiones, pensar no es nada extraordinario, de hecho, lo difícil es no pensar y estar vivo. Hay que hacer un esfuerzo considerable para detener el proyector mental y pasearlo por el más absoluto vacío, moverlo como el que recrea una palabra y la escribe sobre la superficie del agua. En la pantalla mental de todas las personas se proyectan de manera imparable las imágenes furtivas, los pensamientos fragmentados, vagabundos y erráticos. En mi caso estas imágenes tomaron forma en la serie que realicé sobre los ángeles y ahora las presiento en el diminuto cerebro de un pavo real. Lo observo cuando camina y desliza el cuello en el aire de manera sigilosa. Tambien cuando lanza sus terroríficos graznidos, es entonces cuando me inunda un sentimiento primitivo que me llega a comprimir el pecho. Hoy han traído uno de colores metalicos y fluorescentes, esta herido pero ya campea libre en el corral. Sus lamentos rasgan el aire y me llagan a mí; tal es la herida que guardamos desde tiempos remotos. Ante su grito de guerra las gallinas, con su gallo "gallito" y peleón a la cabeza, han quedado amedrentadas; silenciosas y agrupadas en un rincón han buscado refugio.
El temor es una proyección del pasado y nace en un lugar de la mente que permanece dormido, pero al ser invocado despierta con un estremecimiento paralizador; esta es también parte de la realidad sumergida en la mente humana.
Movidos por estas ideas se desplegaron en el taller los ángeles; eran los años 1986 y... Se presentaron como ideas erráticas y se mostraron como vivencias directas. En algunas ocasiones quedaron escritas o formalizadas como objetos, en otras como formas sinuosas, incisiones hirientes, relieves expresivos, textos o detalles que quise iluminar antes de que se perdieran en el ocaso de mis neuronas. Eran pensamientos azarosos que se interferían con los sentimientos y se confundían con la percepción de la realidad. Hoy pienso que son las imagenes de esa pantalla mental y constituye un “material de relleno”, el “espacio ocupado por los sueños” que se abre paso entre los períodos de conciencia. En realidad ésta actividad es de un valor extraordinario para el arte y para el desarrollo de la imaginación ya que navega libre y funde en escenas en movimiento todas las facetas del ser. Éstas imágenes son las que nos permiten vivir un viaje paralelo al fluir continuo del tiempo y, con el paso de los días, son ellas las que procesan las variables que presenta el azar. Algunas resultan ejemplares y demuestran que disponemos de "el saber” de manera aleatoria y cuando aparece se muestra como un flujo disuelto entre las manos. Así constatamos que tenemos un conocimiento intuitivo que disfruta de una mirada propia y se enriquece con las percepciones especiales que operan al margen del pensamiento racional. Tambien que en algunas circunstancias todos los signos se invierten y entonces quedamos paralizados por una fuerza desconocida... (quizá son los ángeles o la destilación de los animales invisibles que se hacen presentes...)

Los paisajes de la mente son más perdurables que los que captan los sentidos, pues pueden convertirse en obsesiones, en actuaciones que segregan energía propia y determinan la manera de expresar el mundo; ¡es el limo de la razón que se activa! Es sueño fósil que emana en la creación y se despierta excitado en una realidad nueva. Es tan libre y autónoma su existencia que inclusive prescinde de las manifestaciones y la voluntad del autor...

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