Capilla para pisar confiado. 320 x 190 x 170 cm. Piedra arenisca de Osona. La Comella. 2007
Entrevista:
Rufino Mesa, Gregorio
Bermejo
Pregunta: Rufino Mesa. Buenos días Gregorio: gracias por la
correspondencia mantenida y por concederme esta entrevista; es un privilegio
que no te podré pagar nunca. Pienso que tus cartas son documentos valiosos,
contienen respuestas y han sido útiles para el lector y por ello me he animado
a hacerte una serie de preguntas. Estoy convencido de que serán argumentos que
activarán favorablemente el final de los relatos.
Quién es el Chacal y dime:
que motivos has tenido para escoger un perro como segunda figura en los relatos
de Lucía.
Respuesta: Gregorio Bermejo. Este personaje ya es bien
conocido en la literatura y suele presentar todos los perfiles humanos bien
definidos. Ha sido nombrado así por su valor y por su lealtad y al final de la
historia su sacrificio cobrará un relieve extraordinario. Ahora tiene dolores
permanentes en el lóbulo izquierdo, es parte de la trama simbólica, del nudo de
la cuestión; asunto que no revelaré por prudencia. Sólo puedo decir que el
dolor es como una piedra que se agita y
amenaza con reventar en cualquier momento. Cuando está sufriendo el mal es
incapaz de pensar nada, solo presiente un desmayo y sin mirar contempla la luz
cegadora. Es un tipo de dolencia que desconoce el origen, no sabe las consecuencias y más aún
el devenir que le tiene reservado.
P: R. M. Lucía está
expectante, se podría decir que cada día le ha llegado la voz del emisario. Él se desdibuja en las presentaciones, aparece como el enviado al que dictan el mensaje. ¿Es el Chacal un mediador, un nigromante, un impostor, o
es un seductor que anhela sus favores y lo que hace es envolverla con palabras?
R: G. B. Es un personaje poliédrico: sabéis que en
ocasiones se presenta como el narrador, en otras es el Amante de arrayanes y en
muchas historias habla y dice lo que le viene en gana. Se trata de un alma
libre que indaga para vivir en los límites del conflicto. Es una figura
valiente, atrevida, sin compromisos que lo encadenen y en cierta manera paupérrima. Es un ser
que está más allá de las formas y las convenciones sociales. En algunos casos
se hace ver como médium pero, la verdad sea dicha, no es creíble; ¡es un sofista
con mucha imaginación!
P: R. M. Pienso que el fallo
en el juego que practica está en los enlaces, en como se transmuta en el otro.
Sus tretas son tan reales que no sirven de señuelos y ahí queda su personalidad
desdibujada y atrapada. Si no es creíble se desmonta al instante y arreglado
La falta de claridad abruma al lector y el riesgo de ser desenmascarado se hace evidente.
¿Él lo presiente cuando se transforma? ¿Sabe que lo pueden descubrir en una palabra a contrapunto, que se pierde cuando lo sacan de contexto? ¿Intuye que puede ser revelada su impostura?
¿Él lo presiente cuando se transforma? ¿Sabe que lo pueden descubrir en una palabra a contrapunto, que se pierde cuando lo sacan de contexto? ¿Intuye que puede ser revelada su impostura?
Recuerdo que esa posibilidad la admite en esta antífona y no obstante sigue el juego. Abierto al devenir como siempre dice...
Una mentira
Adorna mi sombrero
Cada mañana
R: G. B. El Chacal se
construye así mismo y las jácaras le ayudan a mirarse, son fruto directo de las
respuestas de Lucía. Él juega con una parte importante de la realidad, los
encuentros con ella son verbales y en ocasiones ha constatado que una sola de sus
palabras puede teñir todo el significado de su voz. Por otro lado es un creador
convulsivo, su mente no tiene límites y se monta y desmonta a capricho con
especial habilidad.
Rufino presta atención, escucha
bien lo que te digo, es muy importante este detalle…
Un día intentó definir el misterio
al final de una antífona; hablaba de una piedra en forma de huevo. Fue entonces
cuando una paradoja inesperada se formuló en su mente y una idea diminuta se
hizo tumoral. El hueso del pensamiento se abrió y le hizo bifurcar los caminos
trazados, entonces detectó que estaba llegando al final de la vida. En aquel
momento ocurrió una tragedia mayor que la que presenta esta historia. Resultó
que aquel dolor punzante, aquel que se inició junto a Lucía, empezó a producir
calor, mareos, frío… a su vez, una
fuerte luz le iba borrando los recuerdos.
Ante esa realidad se repliega y responde de manera absurda, no lo hace por cobardía, le está afectando el pensamiento. En los días impares él deja crecer su malestar; no puede hacer otra cosa. Habla como aquel que no dice nada, y musita cuando ha de callar, así de sencillo, y en los días pares hace lo mismo. Se rinde ante las sugerencias de Lucía, se cree sus historias y se recrea en ellas para hacerlas posibles.
Dice que una idea es una semilla
que mañana será espiga, con esto te lo digo todo… Se ha identificado tanto con la
voz de Lucía, con sus objeciones y caprichos, que ama su dolor, lo presiente y
a él se arroja sin prevenciones. Mira lo que le dice…
En la tragedia
Convocas mi destino
En un instante
P: R. M. ¿Porqué cambia de
personalidad?
El otro día llegó a sus
oídos el eco de El amante de arrayanes; es curioso ya que en ocasiones queda transmutado
en él mismo. En otras le seduce la idea de encontrarse con Lucía y desplegar en
ella un rosario de caricias. Quiere verterse en su cuerpo como un animal en
celo.
En los momentos más
auténticos se conmueve de dulzura, en otras, con un aullido estremecedor deja
tiritando el suelo y se vislumbra el inicio de un camino tortuoso, inesperado y sorprendente.
¿Piensas que al final habrá
encuentro, el amor será posible? ¿Quién guía su destino cuando dice?
Si he de morir
Lo haré complacido
En mi voluntad
R: G. B. La situación con
Lucía se va tensando día a día, la verdad es que no puede fundir el discurso en
una sola voz y queda a merced de los impulsos que ella le produce. Por
añadidura, recuerda que es una figura de ficción, está movida por mi voluntad y
su boca también está cosida al propósito general del relato. No obstante, en
ocasiones también a mí me sorprende, él tiene recursos independientes, me lo ha
demostrado en la complicidad con la noche cuando afirma.
Como el lobo
Entre oscuridades
Mudo la piel
Es perspicaz y me dice que he
de introducir más acción a los relatos, hasta me sugiere escenas pasionales,
persecuciones, raptos y enlaces salvajes en el lecho. Me
insinúa que el cansancio y el hastío puede ser un peligro para la historia, por
ello quiere provocar el encuentro apasionado con ella y así activar al lector
en el arrebato amoroso.
No puedo atenderle, tengo un deber que cumplir. Por su parte el dolor persiste y está
herido. Aquí él es autónomo y opta por crear una trama de múltiples caminos,
senderos que se encontrarán al final del desenlace. Ahora no me queda otro remedio
que precipitar los acontecimientos, tengo que terminar la historia como sea. No estoy cansado, sigo pensando que sus diálogos son enriquecedores y me
emociono cuando me dice casi llorando.
Dentro del hueso
Este dolor estanco
Me martiriza
P: R. M. Crees que Lucía desconfía,
piensa que es un impostor, un hereje y un posible traidor. Qué se trata del
mismo personaje de todas las tragedias, un ser travestido con las máscaras de
Jano, o bien no puede pensar, sólo puede sentir y desgranarse en el duelo junto a ella. Es decir: ¿sin Lucía él tiene sentido?
R: G. B. No, por separado no tienen sentido ninguno de los dos. Para hablar alguien tiene que escuchar y él tiene dotes de oyente.
Habitualmente ella piensa que es leal, por otro lado está necesitada, demanda que alguien recoja sus quejas y de curso a sus plegarias. Otras veces distingue su rostro profundo, sus debates en la noche y observa que es persistente como un corredor de fondo, que se trata de un ser especial que compite consigo mismo y transita la oscuridad como ella. Un estepario que atraviesa el desierto y lo hace sin más compañía que su propia soledad; ¡ahí se encuentran los dos! En contadas ocasiones, ¡son las menos! piensa que quizá escucha voces errantes y las transcribe para ella; esta es una posibilidad remota que la tiene expectante. Escucha lo que le llega a decir…
Ya no te creo
Lanzaste tantas
bolas
En la bandeja
P: R. M. Sobre esto quería
preguntarte, la bolas en la bandeja; ¿son la viva imagen de sus ojos? ¿Empieza
Lucía a amar la monstruosidad que él representa?
Tú eres el autor de estos
relatos y en ellos dejas caer la ambigüedad del narrador. ¿Es intencionada la
estrategia del desconcierto?
R: G. B. Sí las bolas hacen referencia a los ojos y recoge la creencia de que los seductores atrapan por la mirada; ¡acopian la ceguera de las almas!
El desconcierto: yo también soy espectador, los relatos crecen ante mis ojos y me construyo con ellos.
El desconcierto: yo también soy espectador, los relatos crecen ante mis ojos y me construyo con ellos.
Intencionadamente conjugo
cierta confusión en los personajes, pienso que es la manera de aumentar el
desasosiego y propagar el enigma con fuerza. Pero el caos es creador de nuevas
realidades y casi siempre me dejo llevar por él. En sus torbellinos fermentan
ideas nuevas, estas me cautivan y en sus agitadas levaduras dejo caer mis propias
quimeras. Estos delirios se los paso al Chacal, entonces enloquece y grita como
un poseído; vocea con el pecho amplificado…
-¡Más vale locos que tontos! ¡dale fuego al chaparral! y ¡entre más torcido mejor cave...!-
Es la manera de mirar y entender el mundo que he preparado para él. Por este motivo lo presento en el fondo del pozo del dolor y hasta allí desplaza una queja permanente; ¡allí queda su voz amplificada! Pienso que son rugidos de un hombre cansado, afligido y mal pagado, gritos hirientes dentro de un caleidoscopio. Su pensamientos se ha fragmentado, es como un juego de espejos replicantes que le producen mareos. Me pongo en su lugar y siento los efectos. Percibo los sonidos que rebotan y se cruzan en su mente y también sufro las luces y sombras que en él se alimentan al infinito. Así lo martirizo hasta que exclama rendido.
Si tu lo dices
Caerán de mis
manos
Los oropeles
P: R. M. Manejarle en el
caos puede llevarle a la locura y a ti al abandono. ¿Tienes algunos hilos
tensados y fijados al suelo. Estáis cansados…?
R: G. B. Los dos estamos al
borde de la extenuación y los dos sufrimos el mismo mal. No obstante hay una
diferencia: él tiene el destino diseñado, yo no… Ese es un hilo fijo,
invariable, fundamental…
Yo soy el artífice y muevo
los hilos, sobre el papel conduzco el capricho y el devenir. Puedo hacer una
historia interminable con los matices que aportan mis comunicantes, cada día es una aventura nueva.
Para modelar los cambios que Lucía ha de experimentar, he pensado que el Chacal ha de construir un laberinto de palabras indescifrables, un amasijo de símbolos que podrán confundirla o sacarla de la tragedia de una vez para siempre. He pensado que el motivo de su interés ha de ser simple; su ceguera y su pasión amorosa. Por debajo se encuentra la capacidad para experimentar el duelo de manera heróica; eso es lo que le ha seducido.
En las conversaciones que
tiene con ella advierte que su mente es una lucerna, un hilo de inspiración
pasional que desea guardar; con cuidado recoge sus voces en cajitas estables. Su
cuerpo es desconocido para él, sólo lo ha poseído en sueños; suficiente para
sentir que es el hogar que añora. La ceguera de Lucía y la manera de sacrificarse
para conseguirla lo asombran. Le fascina como ha obtenido el favor de la
oscuridad. El desprecio por la vida y el placer que extrae del dolor lo mantiene
anhelante. En ocasiones también lo hunde en la agonía. No puede pasar ni un
segundo sin pensarla y las horas del día son pocas para tenerla presente…
P: R. M. Quién es el Ausente
y que representa el Chacal como su espejo.
R: G. B. Para hacernos una
idea de la figura psicológica que ella ha creado entre el Ausente y lo que representa el
Chacal, tenemos que centrarnos en la figura de Anteo y Hércules. Si conseguimos entenderlo averiguaremos un matiz significativo de estos relatos. Es muy conveniente que Lucía esté también atenta, ella conoce mejor que nadie el motivo de su perversidad. Pienso que también ha de colaborar en sacarse el dogal y empezar a respirar aire
nuevo.
El Chacal como Anteo eran
hijos de la tierra (Gea) y del mar (Poseidón) Conocemos el mito que dice que
Anteo era invencible si sus pies tocaban el suelo. Sabedor de este detalle el
Chacal utilizó una escultura que demanda tener siempre los pies sobre la roca y así
recibir la energía por los pies como los árboles. Entre sus rivales estaba la
figura de Hércules (El Ausente), que averiguó que el punto débil de Anteo era cuando perdía el contacto con la tierra, cundo era arrancado literalmente de
raíz. Averiguó que en esa posición, su madre (Gea), no podía darle energía y entonces
Anteo (El chacal), moría asfixiado por el abrazo mortal de Hércules…
Aquí he de señalar que Lucía es cómplice de la muerte simbólica de el Chacal...
Aquí he de señalar que Lucía es cómplice de la muerte simbólica de el Chacal...
P: R. M. ¿Porqué la
mitología en estos relatos?
R: G. B. Por una fotografía
que así lo demandaba; son las voces y gestos de Lucía las que ordenan algunos tramos de la historia. Por otro lado hay que conocer otros detalles que no puedo delatar, él recibió un mandato inesperado; ¡eso es todo
lo que puedo decir y es demasiado! Fue en el momento de hacer un retrato con luz
mortecina, el silencio lo llenaba todo y una paz interior se abrió para recibir
el encargo. Cayó en él como un deber ineludible. No fue una carga o una
expiación, fue una delegación ajustada a lo pactado, un riesgo que quiso asumir
al instante. Él también estaba necesitado y tenía demandas pendientes que Lucía
podía asistir si sus ojos volvían a disfrutar del beneficio de la luz.
Este grial de los inocentes es anterior al inicio de los relato y dan fe de lo que digo...
Se muy bien que no somos culpables de nada y también,
que me someten palabras poderosas para honrarte.
Se que no hay recuerdos claros en la memoria,
y sobran días de desesperación que
ayuden a caminarlos.
Como el mirlo,
ahora
dormido,
en la exigua
luz que desprendes,
te espero con los ojos abiertos.
P: R. M. El chacal tiene
presentimientos secretos; ¡desvaríos! Él cree que puede hablar con los
habitantes de la noche. Como hacen los nigromantes, puede traer mensajes del otro lado de la vida y hablar
con los muertos. Aunque no parece muy dado a los actos de fe, menos aún a creer
en supersticiones, ¿en realidad lo presentas con poderes de adivino? ¿Qué
quiere decir en esta antífona?
Entre las cañas
Leo los
pensamientos
De los difuntos
R: G. B. Es una atribución
engañosa, él es un descreído pero le seduce el misterio. Susurra
premoniciones entre corredores oscuros, los alumbra con los presentimientos y
saca conclusiones al instante; ¡es un embeleco!
En ocasiones lo plagia de
ti, de tus acciones pasadas, de tus metáforas de piedra, de tus acciones y relatos en: Fénix o la ciudad del sol. Te emula cuando se pone delante de una
cámara de vídeo y deja caer en sus disertaciones, sus aullidos y murmullos.
Como autor deseo que se
reconozca en él mismo, que se encuentre imbuido por un sentido metafísico, una fuerza
que le haga presentir la realidad que ha de venir y la exponga de manera clara y ordenada.
Ahora bien, él no cree en lo real pero el
mundo se proyecta sobre los claros muros de su mente. Lo curioso del caso es
que sus observaciones casi siempre se cumplen…
Se atreve a afirmar…
De la cieguita no quedarán rastros evidentes en sus ojos.
El chacal tomará sus sombras
entre los dedos y las hará luz.
De esta manera divide el plano de lo real. Descansa un instante
y cambia el tiempo verbal para seguir con el discurrir libre del pensamiento.
Para protegerla tras un fuerte
muro, toma la palabra
y como perlas, deja caer un
rosario de sonidos.
Del pensamiento germina una
imagen fresca
y en el suelo, queda fundida al
instante.
Dijo: !tienes muy frías las
naranjas!
Sí amor, si quieres tómalas
hasta dejarlas dormidas.
Un cesto de mimbre,
y una copa de
cerveza
con
crispis
bastó para
arrancar las piedras
que darían fin a la batalla.
Así empezó el amor sensual de las semillas.
R: R. M. Muchas gracias Gregorio, ya hemos terminado…
La Comella. 27-8-012
No hay comentarios:
Publicar un comentario