Espacio
estético
Escribir es ordenar las ideas en un lugar concreto, si se dejan en un formato de libro es un acto comprensible para todo el mundo, si se publican en un blog también, ¡ahora es un acto cotidiano y obvio! Lo que no es tan evidente ni aceptable es el soporte que contiene las ideas, ¿dónde están las palabras escritas para un lector de Brasilia que abre esta página y para otro que lo hace en Seúl al mismo tiempo…?
El concepto se revela en las respectivas pantallas, pero las ideas están escritas y se difunden en el espacio como lo hace el flujo del aire. Ahora lo vemos claro, las palabras, las imágenes, son energía gobernada por el pensamiento humano y sólo se revela ante él...
Escribir es ordenar las ideas en un lugar concreto, si se dejan en un formato de libro es un acto comprensible para todo el mundo, si se publican en un blog también, ¡ahora es un acto cotidiano y obvio! Lo que no es tan evidente ni aceptable es el soporte que contiene las ideas, ¿dónde están las palabras escritas para un lector de Brasilia que abre esta página y para otro que lo hace en Seúl al mismo tiempo…?
El concepto se revela en las respectivas pantallas, pero las ideas están escritas y se difunden en el espacio como lo hace el flujo del aire. Ahora lo vemos claro, las palabras, las imágenes, son energía gobernada por el pensamiento humano y sólo se revela ante él...
Esta pregunta hace años que ronda por
mi mente y he de anunciar que el principio de las ocultaciones parte de este hecho misterioso. He
escrito sobre el agua y el aire en múltiples ocasiones, tengo obras con el
contenido esculpido en ese soporte y en otros parecidos: barro, aceite, cera
fundida, plomo, etc. A esos materiales los he convertidos en el blanco del papel. En
el contexto de la acción les llamo: espacio
estético. Son el soporte básico de las obras que omito a la mirada, las que
segrega el misterio y en él se cobija. Ese espacio me han regalado momentos de
autentico encuentro con el sustrato del mundo visible y me ha hecho entender
que estoy formado con materia y
memoria...
Una mano adiestrada simula una puerta en el espacio: al hacerlo con el arrastre sutil de una pluma, dibuja una idea y un filtro en el aire. No hace
falta ningún vestigio visible, el espacio esta lleno de materia que registra el
surco de la pluma i de las palabras al ser escritas. Esa es una realidad física
aunque aparece como algo imposible de concebir. Otra realidad se desprende de
mundo del concepto, la puerta es el registro de un acto de fe y aquellos que
creen en ella no pasarán al otro lado sin el debido consentimiento. También los
actos físicos insinúan un camino simbólico y lleno de poesía; el pensamiento se
deviene en creación formal al permitir el traspaso de una realidad a otra, de
la física a la espiritual. Las acciones en el espacio estético son de la misma naturaleza; somos muchos los que
trabajamos en un escenario figuradamente absurdo, pero físicamente real y a la
vez imaginario. Ahora en el mundo de software, todo ese mundo se hace cotidiano
y familiar…
Los juegos simbólicos son puertas que nos transportan a
otras realidades, ventanas de asombro que ayudan a tomar conciencia de aspectos
oscuros para el sentido común. En ocasiones se ha de hacer un gesto incomprensible
para llegar a una realidad comprensible. Saludar el sol cada día y decirle:
¡buenos días amor, buenos días! no es otra cosa que estar agradecido a la vida
y expresarle reconocimiento ya que es él quién la regala y la hace posible.
En la cámara ritual entra la luz, poca,
es la que yo deseo que entre. Igual que en la cámara fotográfica yo preparo los
instantes y los actos. Con ellos, con los actos, explico pensamientos
sencillos, los que preocupan a todos los seres necesitados de consuelo. ¡historias
humanas, comprensibles y naturales! Por la grieta sinuosa miro el sol de frente
y le digo: !hay que luchar para estar vivo! Es un acto normal que hacen todos
los seres, un saludo esperanzado de aquellos que sienten los latidos del mundo
en el momento de nacer. Es el retumbar de la tierra el que agita un susurro en
el pecho y hace sentirnos fuertes y asombrados. Es por este motivo que deseo
hacer espacios sinuosos donde resuene el pulso inaudible de la roca; campanas
mudas donde su voz se hace perceptible al común de los humanos.
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