jueves, 29 de diciembre de 2011

Migajas y pensamientos


Aliento y aullidos. Francecs Parramón. Diciembre 2011. Escola d'Art i disseny Diputació de Tarragona. 

Migajas y pensamientos
Por extraño que parezca no soy un ser “racional”, menos que muchos que se les llama "nublados". No tengo cualidades para serlo ni disfruto de una mente clara y ordenada. Por encima de otras consideraciones valoro el concepto, pero el desarrollo del mismo lo voy tejiendo con la yema de los dedos, es decir, pienso con las manos y eso me place tanto como rascarme las ingles con el murmullo de unos céntimos. Camino y hago camino por tanteo; con la punta de los pies busco los puntos firmes, así puedo vadear las situaciones y percibir como lentamente me voy hundiendo con el tiempo. Para mí entendimiento, la vida es un calvario doloroso, las contrariedades son muchas y los riesgos infinitos; eso me hace ser prudente hasta la cobardía...

Como los ciegos hago visibles los contornos del mundo; de manera táctil voy aprendiendo y pongo nombre a las cosas para ordenar el caos. Naturalmente que todo lo percibo con los cinco sentidos igual que acaricio la esperanza con los cinco dedos. Me sirve de poco: intento razonar volteando la realidad en la palma de la mano y esta se cuela entre los dedos. Puedo afirmar que huye, se escapa en forma de cinco chorros de sal y desaparece.
Así es siempre: es terrible no tener un soporte donde aguantarse, contemplar como los momentos se escapan y no puedo aprehenderlos. La vida es un soplo y hay que recogerla con esmero... ¡hay que luchar para estar vivo!  
El miedo y la caricia de la soledad aparece con el vértigo de los días, siempre está presente, pero no me atenaza… Soy un ser libre en la medida que puedo serlo. Aquello que no puedo hacer visible por las consecuencias sociales que podría causar lo oculto, así doy curso al pensamiento sin renunciar a nada.

Mi consuelo es explorar la naturaleza con los poros abiertos, lo que experimento me llena de asombro, me sumerge en el misterio y en ocasiones me causa desasosiego. Siempre acabo mohíno ante el desierto que me conmueve, es un baldío interminable; ¡ya lo he dicho y vasta!…
Pienso que las doctrinas estéticas, los estilos y sus variables, son trenzadas en la práctica y el debate dialectico con el contexto. Siempre contamos como nos ha ido la vida, así es de sencillo. Esa ha sido mi escuela, la gran biblioteca del mundo, la que me ha colmado de sufrimiento y ha determinado parte importante de mi trabajo. Tengo los ojos labrados con llagas incurables, cada día que pasa se ahondan las heridas. Si pudiera evitarlas lo haría pero no puedo, no quiero, no se como escapar de mi destino; ¡aquí encuentra la libertad sus lindes! No puedo ver aquello para lo que estoy ciego y mis defectos cubren la realidad de sombras agoreras. Seguro que si intentara escapar de ellas caería en una sima todavía más honda y oscura…

Creo que el pensamiento se forja entre la acción de las manos y la intención de la mirada (aquí afloran mis deformaciones de profesor). Las ideas se destilan en la mente pero cuando se formulan son migajas del pensamiento que toman forma entre los dedos. Esta es mi obra, como bolitas de pan las amaso y las presento ante vosotros. A mi entender las ideas son como esferas irregulares, semillas que han de configurar hipótesis redondas. Son simientes potenciales, redondeadas como consecuencia de la fricción física, ideas radiantes al verlas y voltearlas en el pensamiento. También son enzimas que transforman la materia.

Pienso como los alquimistas; yo puedo hacer de una piedra un tesoro…
Tomo un tubo de cobre y dentro de él guardo el aliento; procedo como un demiurgo y mi reflexión actúa en el misterio y allí queda. Es un catalizador que formaliza nuevas realidades y me obliga a pensarlo todo de nuevo. El aliento es aquí la obra, por tanto, es también la semilla que contiene versículos y pitanzas para la mente activa.

Creo que ahora he vislumbrado alguna cosa misteriosa, ¡no sé, igual fuga por mis ojos…!

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