miércoles, 20 de noviembre de 2013

359º sin luz





359º sin luz. Piedra de Vinaixa, bronce, barro, cera ... 350x12m diámetro 2011.


359º sin luz
359º sin luz es el título de una obra que hacía tiempo estaba entre los proyectos, se trata de un precedente de los columbarios Alba. (para más información ver: ceniza y tierra.). Es una de las obras que dan por concluido el trabajo de las ocultaciones y se ha convertido en el archivo virtual de la época del despilfarro y la locura. Han hecho falta años de maduración, de acumulación de recursos y un lugar en condiciones para instalarla. El lugar no es el más apropiado, de tal manera que si algún día es posible encontrar un emplazamiento donde el silencio sea su aliado, la obra cambiará de lugar. Por el momento la he situado en la Comella, en un emplazamiento preparado el año 2010 con las tierras aportadas desde la prisión de Tarragona; seguramente esta circunstancia también la llena de significados y de designios actuales.

Las ocultaciones.
A mediados de los ochenta inició un trabajo sobre las ocultaciones, fue una aventura en silencio que dejó las preocupaciones políticas en su lugar sin revelar ni una sola palabra. Solo dijo que las circunstancias personales le llevaron a la decisión de renunciar a presentar la parte conceptual del trabajo, era la única manera de crecer intelectualmente, hacer uso de la libertad, realizar la obra y no morir en el empeño. La decisión fue meditada por muchos motivos, pero el ultimo empujón para tomarla lo provocó Fernando Vijande, un galerista de Madrid que por entonces tenía notoriedad y glamour en los ámbitos del arte. El año 1986 fue al taller de Castellvell; ya era de noche y con un gesto distendido sacó su vitola y como un niño meó una de las esculturas que el escultor más estimaba: un pequeño templo vaciado en un bloque de mármol de Marquina. Seguro que el acto fue una pequeñez, pero la acción le desmontó todas las armaduras morales para seguir por aquel camino. El arte y el mundo de los abalorios no era lo suyo. ¿Qué podía decir a los ojos del mundo?
Aunque ya estaba en la vía conceptual, era parte significativa en la época de formación, decidió llevar algunos aspectos importantes de la obra a la cara oculta del mundo. ¿Qué se podía decir en aquellas circunstancias?
Dice sobre el tema: ¾”Empecé a admitir que aquello que segrega misterio hay que dejarlo en el espacio luminoso del universo material, en el interrogante que segregan las probabilidades.”
 Más tarde pudo comprobar como aquellas acciones no eran un capricho estético, si no una de las estrategias más comunes del ser humano; siempre hay sombras en nuestras acciones, siempre ponemos a resguardo de la mirada de los demás cuestiones que modifican sustancialmente el color del discurso.
Fue un trabajo dividido en cinco series, Ocultaciones, Omisiones, Escamoteos, Amnesias y Olvidos. La mayoría de las obras son de formato pequeño y mediano; algunas han tomado un rumbo nuevo y han permitido entrar en la obra para seguir comprobando que en el fondo siempre hay algo que huye y se oculta. Capilla turkana, Glíptica, Nsasi, No parlaré mai mes…
Son testimonios guardados entre las acciones sutiles de la materia, preocupaciones humanas en el rostro indeleble de la eternidad. Con el tiempo este pensamiento se ha hecho constante y, sobretodo, se ha despreocupado de crear semejanzas con las formas y los paisajes internos que nos presenta la ciencia. Las obras no están pensadas para comprender los mecanismos de lo oculto, sino para preservar su misterio allí donde reside, para salvaguardar el rostro poético del secreto. Las inquietudes sobre nuestros pesares son las que han configurado una preocupación estética, una manera de hacer asumiendo la renuncia a presentar. Quizá ahora todo es comprensible en la medida que puede serlo, las obras aparecen ocultas y misteriosas para los demás pero, en realidad, todo es sencillo y transparente.
La obra
359º sin luz está formada por doce unidades ordenadas en círculo. Cada una de las piezas contiene 16 intervenciones selladas con hormigón y una placa de bronce.
En las placas se aporta un grado de luz y se hace visible relatos fragmentados de difícil comprensión, de hecho, la obra se contempla en las salas omitidas, los huecos del misterio, el espacio que dormita en el interior de los agujeros, que es el mismo que el de la materia.




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