La piedad de Roma. Basílica de San pedro.
Miguel Ángel Buonarroti. 1499. mármol de Carrara.
La madre como arquetipo
Se deduce que para el pueblo judío todos
los humanos somos descendientes de Eva, la primera madre y en su ascendencia
más cercana, Joaquín, el padre de María, se le asocia al linaje del rey David.
Son suposiciones lógicas que comprimen los textos bíblicos, los apócrifos y
las intenciones personales con miles de años de historia y de esta manera me
obligan a “interpretar los relatados” escritos por personas que no estaban allí
cuando María quedó en cinta. Al sintetizar la información y crear metáforas
para abarcar los contenidos del personaje se puede perder el hilo de lo que
sucedió y debido al inmenso caudal de poder que adquirió el cristianismo después del siglo IV, hasta se puede aceptar que haya “alguna” invención de “cierta
relevancia”. No puede ser de otra manera ya que cuando Constantino I aceptó el cristianismo como religión del imperio y se convocó el
concilio de Nicea en el 325, las controversias en la fe eran de diversa
índole, especialmente estaba enquistada la naturaleza divina de Jesús; María sólo era una
referencia desatendida.
El cristianismo sufrió una dura represión en los
primeros tiempos, eso junto al ofrecimiento de una esperanza en un mundo que vivía sin
ella los llevó al poder, pero ha sido una religión eminentemente masculina,
donde la imagen de la Madre no apareció hasta muy tarde y la figura de
Magdalena, quizá esposa de Jesús, quedó mancillada con los “pecados” de la
lujuria. Hasta hace muy poco se corregían los “desvíos de la mujer” en los
asilos de la Magdalena
en Irlanda. Este es el hecho más curioso y a su vez sospechoso, ya que
fueron ellas las últimas que estuvieron con Jesús en el calvario, en el
entierro y en la supuesta resurrección.
En Nicea se decidió unificar criterios evangélicos,
se reguló aquello que era canónico y se consideró apócrifo los textos que no
eran “oportunos”, muchos de ellos se consideraron herejías y fueron quemados
los documentos y los herejes. Así se "ordenó" el discurso pero no se acordó nada
que tuviera que ver con la verdad de María, nada que pudiera alumbrar aquello
que provocó y las energías humanas que despertó más tarde. Cuando la iglesia ya
estaba en la cumbre del poder, se entronizó su figura en los salones celestiales,
escenarios iluminados por la fe y naturalmente fuera de toda discusión posible.
Por las ausencias en el trato a la mujer y
por narraciones laudatorias, escritas siglos después de los hechos, podemos
entender que en realidad son interpretaciones comprometidas que mitifican los
personajes y vierten historias que se encadenan como secuencias prodigiosas.
Quizá María trata de verdades presentidas, voluntades inconscientes que abren
puertas vitales en la psique humana, insinuaciones entre los impulsos esenciales que a base de repetirlos se configuran como la base de
la realidad sentida. Pienso que es así como apareció el arquetipo de
la madre y como pervive en el corazón humano al margen de la creencias religiosas.
Ahora María se nos presenta como una
creación literaria, una obra colectiva y un paradigma fundamental,
pero el personaje histórico se funde en el papel de la madre reproductora.
Su ubicación y valoración en el tiempo fue
tardía, pero la necesidad espiritual de la madre ya existía, ya estaba su lecho abierto, era un hueco activo en la mente. Su recuperación fue motivada por
necesidad, la fe se estaba expandiendo y había que crear lugares santos, poseer
reliquias y comerciar con lo sagrado. Su recuperación estuvo motivada por la
codicia y el deseo de expansión mesiánico, eso la hizo resurgir para acomodarse
a rituales antiguos dedicados a la figura de la diosa madre. Todo esto nos hace
pensar en la “falsedad” de la historia que relatan los hombres, todo el pensamiento es un tejido colectivo. Ahora pregunto:
cómo es que para los que narraron los detalles más prolijos de los milagros de
Jesús, en su momento no dejaron una pequeña señal en la tumba de María; ¡tan
poco valía su cuerpo y el peso de su alma!
No obstante las razonables dudas sobre
la tramoya cristiana sigo siendo mariano, pienso que su presencia es muy anterior
al cristianismo y su lugar en la mente humana es consustancial con el misterio de la vida; los
hechos son indiscutibles. María ha adoptado todas las figuras de la psicología
humana y ha coronado con nombres propios sentimientos y sufrimientos femeninos
hasta dejarlos grabados en la conducta. María es la figura femenina más
influyente en la humanidad y su legado de obediencia y sufrimiento nos deja un
patrimonio incalculable para interpretar el transito de la existencia.
Como mujer histórica enseñó el espinoso
camino del calvario; la sumisión y el deber que destila su figura ha sido el castigo que le ha impuesto la
moral de los hombres. Como divina se le adjudica ser el vientre de Dios y la
madre de todos los seres humanos, de tener desposorios celestiales y concepciones milagrosas... Un cúmulo de alucinaciónes, una
paranoia que sufrió y contagió a personas espiritualmente delicadas, entre
ellas a Hildegarda de
Bingen, la mente más lúcida de la baja edad media que llegó a afirmar que una luz celestial le
hizo temblar el alma, a Teresa de Jesús que
tenía arrebatos de amor y desplegó una energía asombrosa en beneficio de la
mujer religiosa, a Helena
Kowalska, la monja que tuvo la mayor correspondencia íntima con Jesús y
vivió los dolores del infierno, a Sor
María Teresa de la Santísima Trinidad… la que se crucificaba para
igualar a Jesús en el dolor. A cambio, Teresa recibía palabras dulces y
consoladores deleites de los ojos de Dios. El Señor la acariciaba con amables
éxtasis y enajenaciones que explicaba con cierta turbación y para
detenerme en este sin vivir del alma humana, reseño a Bernadette
Soubirous, que se le apareció la virgen en forma de luz y
manantial de agua sanadora en Lourdes.
A estas mujeres extraordinarias les siguen
una retahíla interminable de beatas, os, monjas y frailes, todos fascinados por
su carita de niña más que por el contenido espiritual que proyecta. También María nos
dio el dolor adicional de todas las madres, ella perdió a su hijo con los
agravantes de la tortura, hecho que le fue anunciado previamente por Simeón;
“Una espada traspasará tu alma" En la madurez de su vida quedó separada de sus hijos por
cuestiones de fe, a pesar de su numerosa descendencia tuvo que terminar sus
días con Juan, Jesús en la cruz lo designó así. “Mujer he ahí a tu hijo. Como
esposa no se sabe gran cosa, se la representa recatada, ausente, vaporosa,
madre abundante y poco hacendosa, solo se remarcan sus dedicaciones a la
oración y es celebrada como hecho extraordinario la visita a casa de su prima
Isabel que compartía con ella las visitas y anunciaciones de Gabriel.
Como
divinidad ascendió a los cielos en cuerpo y alma, hecho inexplicable que le dio
la inmortalidad y pervive a la destrucción del tiempo. Exhortación inspirada que
cubre de gloria a un cuerpo abandonado durante cuatro siglos. Paradoja que nos
habla de lo posible e imposible confundido entre el poder y las intenciones de la mente.
María ha puesto en la boca de poetas y teólogos expresiones soberbias y paradojas sin fin, de esta manera se ha creado un torrente de palabras que tienen especial sentido dentro del lenguaje de los creyentes.
Castán Lacoma hizo un ejercicio memorable, reunió las combinaciones conceptuales que la unían al misterio de Dios. Estos contrasentidos hacen referencia al extraordinario valor que reúne la maternidad de María, es decir, por ser el arquetipo de la madre de todos los tiempos.
María es pues:
la
que existió antes que Dios,
la
que dio el ser al creador de todo,
la
que sostuvo al que todo lo sustenta,
la
que engendró al mismo ser que la creó,
la
que cuidó al Dios que nos cuida a todos,
la
que tocó los confines de quien no tiene fin
la
que encerró en su seno lo Inmenso e Infinito,
la
que cuidó como madre a aquel que todo lo ve,
la
que tuvo en su vientre a quien no cabe en el mundo,
Esta circunstancia extraordinaria ha
inspirado escritores, músicos, cantantes, pintores y escultores en los últimos
1800 años. Su influencia no ha dejado de crecer y ha expandido su
presencia por toda la tierra. Sobre María se han escrito más de 2500 libros y
se ha aparecido en multitud de ocasiones. Recientemente se encuentra en Egipto,
concretamente en el Cairo donde los cristianos coptos tienen problemas con la
pujanza musulmana. Entre otros lugares se apareció en mi pueblo, Ejea de los
Caballeros, (Zaragoza), fue en el siglo XII, procedía del monasterio de la
Oliva en Carcastillo (Navarra), y vino a ahuyentar una epidemias que asolaban
la población y a echarles una mano a los cristianos que luchaban contra los
moros en la batalla de Luchan, (1105). Los navarros vinieron varias veces a por
la Virgen pero ella volvía a la Villa de manera tozuda. Aparecía en aquel
agujero abierto entre una losa de piedra y buro. Así fue hasta que le hicieron
allí un pequeño oratorio; ya con el tiempo, aceptada como patrona, en el S.
XVIII, se levantó la iglesia que todavía podemos visitar.
Así me lo relató D. Miguel…
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